¿Por qué es necesario un Consejo de Administración?
¿Por qué es necesario un Consejo de Administración?
A medida que una empresa crece y se hace más compleja, irá teniendo una creciente necesidad de mejorar su administración y dirección estratégica.
Cuando un empresario crea una empresa, en la mayoría de las ocasiones, una sola persona, el mismo empresario o un Director General, se hace cargo tanto de la operación día a día como del desarrollo de la estrategia, la definición del modelo de negocio y el cumplimiento normativo. Las empresas eventualmente crecen y se hacen más complejas por lo que llegan a un punto que, para poder seguir creciendo, se hace necesario separar trabajar en la empresa, atendiendo el día a día, a trabajar por la empresa, desarrollando y dando seguimiento a la planeación estratégica, gestionando riesgos y atendiendo el cumplimiento normativo.
Como consecuencia del crecimiento, las empresas pueden llegar a encrucijadas que pueden representar obstáculos como:
- La sucesión
- Atención a un nuevo mercado
- Expansión
- La gestión de los riesgos
- Transición de administración familiar a profesional
- Innovación y transformación digital
- Sustentabilidad
Para poder atender estas oportunidades, la nueva complejidad y separación de roles, la empresa se puede beneficiar por la inclusión de “consejeros” experimentados externos, que no trabajan en el día a día, y que ayudarían en el trabajo por la empresa, enfocándose en mejorar el desempeño del negocio, facilitar el acceso a fuentes de financiamiento o capital, separar la gestión de la supervisión, atender riesgos, asegurarse del cumplimiento normativo y dar seguimiento del plan estratégico.
Al grupo de personas que actúan como consejeros de una empresa se le conoce como “Consejo de Administración” y puede llegar a ser el órgano de gobierno responsable del éxito de una empresa.
Cuando los miembros de un Consejo de Administración han sido seleccionados apropiadamente en cuanto a experiencia, conocimientos y diversidad, contribuyen a la mejora del desempeño de la empresa, crecimientos más acelerados y una disminución en la exposición por riesgos. Idealmente, un Consejo de Administración debe tener al menos un Consejero Independiente para dar una visión imparcial y ayudar a eliminar el «calor» de las discusiones y decisiones.
El Colegio Nacional de Consejeros Independientes de Empresas, A. C. ayuda a las empresas y los empresarios a conformar un Consejo de Administración que sea equilibrado y que pueda convertirse en un facilitador de crecimiento y mejores resultados.
¿Cómo garantizo que mi empresa sobreviva la siguiente generación?
¿Cómo garantizo que mi empresa sobreviva la siguiente generación?
Un emprendedor crea una empresa por diferentes razones: necesidad de subsistir, aprovechar una oportunidad y/o cumplir un sueño. Una vez creada ésta, el fundador la maneja a su imagen y semejanza; todo, absolutamente todo, pasa por sus manos: ventas, compras, bancos, manufactura, control del almacén; en síntesis, todo se convierte en su responsabilidad; todo es su reinado. Esa empresa de un solo hombre empieza a crecer y en muchos casos es sumamente exitosa.
Paralelamente, la familia de este fundador va creciendo y filosóficamente el primogénito, aún pequeño, se convierte en el futuro sucesor. En algún momento este niño, ya siendo adolescente, ingresará a la empresa a petición, invitación, decisión del papá o por interés propio del hijo.
La nueva generación entra a la empresa a recibir instrucciones del fundador, llámese papá. El centro de control sigue siendo este último. Con el tiempo la centralización en la operación y toma de decisiones provoca un choque entre generaciones, entre padre e hijos. La primera quiere seguir manejando su empresa de acuerdo a su visión y la segunda presiona por cambios.
En este punto la empresa carece de órganos de gobierno, específicamente consejo de administración. ¿Para qué querría un fundador, director general, un
consejo si todas las iniciativas son de él y todas las decisiones las toma él?
La confrontación entre la primera y la segunda generación tiene un parteaguas cuando ambas coinciden en que se requiere de un órgano de gobierno que mida el rumbo de la empresa y la haga crecer, expandirse y que continúe a través del tiempo. Es en este contexto que el consejo de administración, con consejeros independientes, adquiere importancia y relevancia. Este órgano de gobierno generará valor a la empresa y apoyará al fundador y su familia a
tener un crecimiento ordenado de acuerdo a una visión conjunta de padre e hijos, de primera y segunda generación.
Llegará el momento en que el fundador quiera retirarse y su mayor apoyo será el consejo de administración que le ayudará a controlar su empresa, mida el desempeño de familiares y no familiares y la haga crecer.
Es así como el consejo de administración se vuelve una herramienta vital para controlar la gestión, darle apoyo y seguimiento a la estrategia, enseñar y educar a las nuevas generaciones, apoyar en la designación y aprobación del sucesor y garantizar la sobrevivencia en la siguiente generación.
Un fundador que se convence de los beneficios que el consejo le puede dar a él y a su familia, pone la primera piedra para garantizar el paso exitoso a la siguiente generación.
El Colegio Nacional de Consejeros Profesionales Independientes de Empresas es una institución que coadyuva al logro de la visión de las empresas apoyando a éstas en la creación de sus consejos, la recomendación de consejeros independientes, la preparación de las nuevas generaciones a través de seminarios y eventos, todo ello para dar a los fundadores la tranquilidad de caminar en un sendero seguro hacia la continuidad y trascendencia.
¿Mi empresa necesita consejeros independientes?
¿Mi empresa necesita consejeros independientes?
Las bondades de tener un consejo de administración se potencian cuando en dicho consejo participan consejeros independientes quienes entre otras cosas aportan:
Conocimientos y experiencia. – Aportan conocimientos profundos en su área de especialidad (P. ej. finanzas, operaciones, mercadotecnia, tecnologías de información, recursos humanos, etc.) y en la gestión de las empresas en general.
Visión externa. – Al venir de industrias diversas, aportan al consejo de administración ideas frescas y mejores prácticas de gestión y operación. Al no estar involucrados en el día a día de la compañía, aportan consejos con otra óptica, evitando la “ceguera de taller” efecto que se da cuando la única referencia que tiene un empresario o director general del quehacer empresarial es su propia empresa y, en ocasiones, la industria específica en la que participa.
Neutralidad en la toma de decisiones. – Al no ser accionistas de la empresa, un consejero independiente no tiene reserva en cuanto a entrar en una discusión profunda o confrontación de ideas sobre la estrategia y conducción de la compañía, situación que en muchas ocasiones se evita entre socios o entre accionistas y directivos. Un consejero independiente no tiene conflictos de interés para con los accionistas o directivos cuando da una opinión o vota en uno u otro sentido.
Velan por los intereses de los accionistas minoritarios. – Por su experiencia, reputación e independencia, las opiniones de los consejeros independientes suelen tener un gran peso específico, lo que ayuda cuando en el consejo se discuten asuntos que pudieran resultar en beneficios para los accionistas de control o mayoritarios y que eventualmente pudieran afectar los intereses de los accionistas con menores participaciones accionarias. Esto es más importante aún, cuando por razón de su porcentaje de participación accionaria, un accionista minoritario no tiene derecho a nombrar un consejero.
Reputación. – Una empresa con consejeros independientes, por su compromiso con la transparencia y rendición de cuentas, tiene cierta distinción dentro de diferentes ámbitos como entidades financieras, órganos regulatorios, cámaras de comercio y la comunidad empresarial en general.
Facilidad para atraer nuevos accionistas. – Muchas veces las empresas necesitan recursos para financiar su crecimiento, los cuales en no todos los casos pueden provenir de bancos u otras instituciones financieras. Un socio estratégico, un inversionista individual o un fondo de capital privado siempre se sentirá más atraído a invertir en una empresa en la que su consejo de administración cuente con la participación de consejeros independientes.
Promueven la transparencia. – Al ser parte de un órgano colegiado en el que se toman decisiones estratégicas y trascendentes para la empresa, un consejero independiente buscará siempre que la información de soporte que se presente en el consejo para la toma de decisiones sea suficiente, completa y que refleje la realidad de la situación particular en cuanto al tema del que se trate.
Todo lo anterior repercute en una mayor eficiencia en el gobierno de la empresa.
Dado el valor que puede aportar un consejero independiente y considerando que el número de miembros de un consejo de administración es limitado (muchos especialistas recomiendan un máximo de 10 personas) es importante seleccionarlo en función de las necesidades específicas de la empresa, analizando de manera objetiva las principales áreas que la compañía que se requiere fortalecer y de donde las aportaciones de un consejero independiente puedan generar mayor valor agregado.
En el Colegio Nacional de Consejeros Profesionales Independientes de Empresas A.C. contamos con un amplio grupo de consejeros experimentados que están apoyando a muchas empresas en la profesionalización de sus consejos de administración.