¿Cómo garantizo que mi empresa sobreviva la siguiente generación?
Un emprendedor crea una empresa por diferentes razones: necesidad de subsistir, aprovechar una oportunidad y/o cumplir un sueño. Una vez creada ésta, el fundador la maneja a su imagen y semejanza; todo, absolutamente todo, pasa por sus manos: ventas, compras, bancos, manufactura, control del almacén; en síntesis, todo se convierte en su responsabilidad; todo es su reinado. Esa empresa de un solo hombre empieza a crecer y en muchos casos es sumamente exitosa.
Paralelamente, la familia de este fundador va creciendo y filosóficamente el primogénito, aún pequeño, se convierte en el futuro sucesor. En algún momento este niño, ya siendo adolescente, ingresará a la empresa a petición, invitación, decisión del papá o por interés propio del hijo.
La nueva generación entra a la empresa a recibir instrucciones del fundador, llámese papá. El centro de control sigue siendo este último. Con el tiempo la centralización en la operación y toma de decisiones provoca un choque entre generaciones, entre padre e hijos. La primera quiere seguir manejando su empresa de acuerdo a su visión y la segunda presiona por cambios.
En este punto la empresa carece de órganos de gobierno, específicamente consejo de administración. ¿Para qué querría un fundador, director general, un
consejo si todas las iniciativas son de él y todas las decisiones las toma él?
La confrontación entre la primera y la segunda generación tiene un parteaguas cuando ambas coinciden en que se requiere de un órgano de gobierno que mida el rumbo de la empresa y la haga crecer, expandirse y que continúe a través del tiempo. Es en este contexto que el consejo de administración, con consejeros independientes, adquiere importancia y relevancia. Este órgano de gobierno generará valor a la empresa y apoyará al fundador y su familia a
tener un crecimiento ordenado de acuerdo a una visión conjunta de padre e hijos, de primera y segunda generación.
Llegará el momento en que el fundador quiera retirarse y su mayor apoyo será el consejo de administración que le ayudará a controlar su empresa, mida el desempeño de familiares y no familiares y la haga crecer.
Es así como el consejo de administración se vuelve una herramienta vital para controlar la gestión, darle apoyo y seguimiento a la estrategia, enseñar y educar a las nuevas generaciones, apoyar en la designación y aprobación del sucesor y garantizar la sobrevivencia en la siguiente generación.
Un fundador que se convence de los beneficios que el consejo le puede dar a él y a su familia, pone la primera piedra para garantizar el paso exitoso a la siguiente generación.
El Colegio Nacional de Consejeros Profesionales Independientes de Empresas es una institución que coadyuva al logro de la visión de las empresas apoyando a éstas en la creación de sus consejos, la recomendación de consejeros independientes, la preparación de las nuevas generaciones a través de seminarios y eventos, todo ello para dar a los fundadores la tranquilidad de caminar en un sendero seguro hacia la continuidad y trascendencia.